Una administración pública
democrática, transparente, con equidad, eficiencia y eficacia
La gravedad de la situación económica en los ayuntamientos
españoles, nos lleva a la realización de algunas reflexiones que de forma
modesta aporten, o al menos se intente aportar, posibles soluciones ante esta
grave situación.
Es imprescindible, bajo nuestro punto de vista, adquirir compromisos desde los responsables
políticos de la administración local, compromisos que den sentido a lo
previsto en nuestro ordenamiento jurídico, en primer lugar a la Constitución, ya
que desde todas las normativas, comenzando por nuestra Carta Magna, se habla de
la transparencia, de la equidad, de la
eficiencia y de la eficacia, pero hoy conocemos lamentablemente la
verdadera situación de las administraciones locales, donde se habla, se comenta,
de las malas prácticas y de la corrupción.
Por todo ello, debemos incorporar al leguaje de la normalidad
democrática, el debate y la puesta en valor de la transparencia en la gestión
de lo público, especialmente en lo económico, ya que la actual crisis es una
crisis económica, pero también claramente una crisis de valores, por lo que
debemos fomentar y hablar de una
administración pública democrática en sus actitudes, competitiva, optimizadota
de los recursos, eficaz y eficiente, como antídoto a la crisis.
Hablar de la transparencia, de la equidad, de la eficiencia
y de la eficacia es hablar de un gobierno responsable, para ello, desde el poder político de la administración
local, se debe potenciar los lugares donde se propague la trasparencia: las
comisiones informativas, donde participen todos las fuerzas políticas
representadas en la corporación, las páginas Web municipales, donde tengan
acceso a la información todos los ciudadanos sin ninguna restricción, el
cumplimiento estricto de los plazos previstos en la legislación, etc. todas
aquellas que acerquen la información y los datos, no solo a la ciudadanía, si
no también a sus representantes legítimos elegidos para la representación
política del pluralismo democrático representado en el ayuntamiento.
Para poner en valor todo esto, se debe poner en marcha un nuevo modelo de gestión. Este nuevo
modelo debe comenzar por planificar los objetivos políticos a través de Planes de Actuación Municipal (PAM), en
ellos se deben realizar y describir las estrategias, priorizando los objetivos
políticos y asignando a ellos los recursos económicos y humanos, ordenando y orientando
toda la organización con la estrategia política.
Dentro de esta estrategia política, la transparencia debe ser uno de los valores más representativos. Debe
tenerse en cuenta siempre dar explicaciones a la ciudadanía, como se les
devuelven sus tributos en servicios de valor y cuanto cuestas los mismos, siempre
de forma clara y concisa, siempre verificable para ser creíble.
En todos y cada uno de los Planes de Actuación Municipal, se deben
reunir indicadores y objetivos que incorporen los procesos, la formación, el
crecimiento, a quien van dirigidos y la financiación. La suma de los Planes de Actuación Municipal,
conforman la estrategia política y económica que es la base del presupuesto
de cada ejercicio, con un objetivo, prestar los servicios públicos a la
ciudadanía y generar ahorro neto suficiente, a través de la buena gestión, para
poder invertir en el municipio.
Cambiar la tendencia de cerrar los ejercicios con remanente
de tesorería negativo, debe ser un objetivo prioritario, que demuestre la
eficiencia y la eficacia en la gestión
de lo público, que permitirá el cambio de tendencia, para destinar los ahorros
generados a prestar más o nuevas políticas para la ciudadanía.
Las administraciones locales están mal económicamente, hay que presupuestar los ingresos con
realismo y veracidad, dejando fuera los ingresos puntuales provenientes de
la construcción, puesto que sin estos últimos se tiene que pagar los servicios públicos,
manteniendo siempre dentro de las posibilidades, el objetivo de generación de
ahorro neto que nos permita destinarlo a inversiones.
Por lo tanto, este
nuevo modelo intenta orientar la estrategia política y la organización al
servicio de la ciudadanía, con valores transparencia, eficacia y eficiencia
en la gestión, utilizando el valor de lo público: el presupuesto, los recursos
humanos y el conocimiento, como la experiencia, la innovación, la tecnología.
Los Presupuestos
El Presupuesto de la administración local debe hacerse con realismo y veracidad, de
forma clara y transparente, todas las partidas presupuestarias, ya sean de
gastos o ingresos, deben estar en permanente revisión y actualización.
Las corporaciones locales por Ley, deben prestar unos servicios públicos básicos, servicios
que, no solo en época de crisis económica deben ser revisados y actualizados,
en cuanto a sus costes, prestación y calidad de los mismos, buscando siempre la
eficacia y la eficiencia.
Todo lo que aquí hemos indicado, el Presupuesto, debe ser
controlado y confirmado por la ciudadanía y sus representantes legítimos, para
ello, la utilización de las nuevas tecnologías nos abren diferentes
posibilidades que visualicen los recursos, estructura, beneficiarios y valores,
cambiando y haciendo visible una nueva cultura. Cambiando la cultura del gasto,
por la nueva cultura del coste, con
ello, se significa que el mejor gestor público no es aquel que gasta todo el
presupuesto, sino aquel que obtiene los objetivos con el mínimo coste posible.
Igual que los Planes de Actuación Municipal, en todos los servicios públicos que preste la
administración local, deben ponerse en
marcha controles con indicadores, procesos y objetivos, asignandoles recursos
económicos y humanos. Todo ello, con el fin de que se conozca y valore el
servicio y su coste real.
Los recursos humanos
Es importante la
participación en la gestión de los trabajadores públicos, ya sean funcionarios o laborales.
De la misma forma que los servicios que presta la administración local, los
trabajadores públicos deben estar en permanente proceso de adaptación a las
necesidades de una administración más eficiente y eficaz.
La formación, la utilización de las nuevas tecnologías, la
calidad en los servicios públicos, conlleva que a cada empleado, se le debe asignar un trabajo con unos objetivos que
sean medibles, con indicadores de calidad, facilitándole la mejora continua
mediante su formación.
Todas las corporaciones locales, sean del tamaño que sean,
deben proceder a la organización
sistemática de sus plantillas, no solo en lo referente a lo formal, que
también, si no hacia un nuevo concepto de gestión de los recursos humanos, el
organigrama de responsabilidades, elaborado por áreas de gestión o trabajo, contando
con la formación profesional y académica de cada unos de sus componentes, planificando
la flexibilidad de que en cada puesto que se necesite, para que la
administración pueda ocuparlo con un trabajador o empleado, que ya forma parte
de su plantilla. El fin es, contar con los recursos humanos que tenemos y
adscribirlos a los puestos que en las necesidades reales tengamos,
desarrollando siempre plantillas acordes con las posibilidades económicas de
cada administración.
Con lo indicado en cuanto a los recursos humanos, hacemos
una recomendación a todas aquellas administraciones locales de ayuntamientos
medianos y grandes, para que investiguen en sus plantillas la formación de sus
trabajadores y los puedan adscribir a los proyectos y servicios que tengan una
demanda y no puedan cubrirla por motivos económicos, seguro que en su plantilla
tienen parte de la solución.
Nos parece que, sin incrementar el costo de las plantillas,
o lo que es lo mismo el capitulo I de gastos, se debe poner en marcha una nueva
figura que coordine y asuma la gestión de los Planes de Actuación Municipal, el Gerente del Ayuntamiento.
Esta nueva figura puede salir de nuestra actual plantilla, u
ocuparlo un miembro del gobierno local con la suficiente formación para el mencionado
empleo, se debe situar por debajo de los responsables políticos, adscrito siempre,
bajo nuestro punto de vista, a la alcaldía-presidencia.
El conocimiento, la
experiencia, la innovación, la tecnología
Estamos en la nueva sociedad del conocimiento, debemos poner
en valor nuestras experiencias, el saber
acumulado al servicio de la administración, apostar claramente por la innovación y la utilización de las
nuevas tecnologías.
La tecnología como valor para el acceso a la información,
por lo tanto a la transparencia. El acceso de la ciudadanía a las tecnologías
de la información, nos acerca claramente a los ciudadanos, la utilización de la
Web para trasladar la transparencia en
la gestión debe ser incuestionable, a la vez que, con el desarrollo del
acceso a las gestiones cotidianas municipales, facilita los procesos y abarata
los costes de gestión.
Por ello, debemos innovar en nuestras corporaciones locales,
generalizando el uso de las nuevas
tecnologías, extendiéndolo a todos y cada uno de los departamentos,
procesos, trabajos y Planes de Actuación Municipal, con ello, no solo
facilitamos la inmediatez en las soluciones, si no que reducimos los costes y
hacemos más transparentes las gestiones.
Soluciones urgentes en
tiempos de crisis
Después de hacer un análisis de la situación actual, la
necesidad de una administración pública
democrática en sus actitudes, competitiva, optimizadota de los recursos, eficaz
y eficiente y por supuesto transparente, queremos aportar algunas modestas
recetas, para estos lamentables tiempos de crisis.
Ni que decir tiene que, apostar por la utilización sistemática de las nuevas tecnologías, abarata los
costes, a la vez que facilita las gestiones haciéndola mas transparentes. El
traslado de la información, convocatorias, documentación, etc. entre el
gobierno y la oposición a través de e-mail, pen, cd,s. o dvd,s. Las solicitudes
de ordenanzas, información, licencias, empadronamientos, etc. etc. a través de
la Web por los ciudadanos, agiliza y abarata las gestiones, a la vez que inmediatiza
la información y mejora la toma de decisiones.
Comentemos otras acciones a tomar, en el alumbrado público. Con una breve
decisión de desconectar las farolas de los viales, una sí y otra no, rebajamos
el coste al cincuenta por cien. Más aún, si actuamos en otros lugares, donde no
es necesario tanto alumbrado, dejando una farola cada tres o cuatro, podemos
ajustar el costo del alumbrado, reduciéndolo sin apenas incidencia en la
calidad de los servicios a los ciudadanos.
Podemos en este aspecto tomar otras decisiones, que requiere
eso sí una inversión, como es la instalación en los centros de regulación, de
mecanismos para el encendido y apagado concordando con la luz solar, o
reguladores de tiempos, para que según vallan pasando las horas nocturnas disminuya
la intensidad y según se vaya acercando las primeras horas del día, se vaya
aumentando.
Otra, que también requiere inversión, es la instalación de
energías alternativas solares, eólicas o provenientes de la utilización de los
residuos sólidos urbanos mediante los procesos exotérmicos de generación de gas
y electricidad.
Recogida de residuos
sólidos urbanos,
este servicio también puede ser susceptible de ahorro, revisando los contratos
que tenemos concertados. Parece que hay que trabajar por aumentar el reciclaje por
parte de los ciudadanos. Facilitar la cultura de la selección de aquello que se
puede reciclar, puede conllevar al aumento del reciclaje, con ello, el
municipio puede tener más ingresos, a la vez que se contribuye con la mejora del
medio ambiente.
En lo referente a la revisión de los contratos, que hoy no
podemos pagar, puede orientarse a que el servicio se preste dos o tres veces
por semana, con lo que el coste se verá ajustado a la baja, teniéndose que
revisar también las tasas correspondientes de la prestación de este servicio.
La municipalización de
servicios externalizados, hace tiempo que muchos de los servicios públicos, que tenemos que
prestar, desde la administración local se decidió la concesión, mediante
concursos y contratos con empresas privadas. El razonamiento, fue casi siempre,
bajo dos argumentos. Uno, que el coste del servicio era más barato. Dos, que
desde la institución pública, los trabajadores o empleados públicos que
realizaban el servicio eran menos eficientes.
No vamos a entrar en juicios de valor, que no nos lleva en
este momento a ningún sito, solo contrastar una realidad, la mayoría de las
empresas privadas que prestan servicios a los ayuntamientos, soportan una deuda
acumulada con estos de grandes dimensiones, deuda que se deberá pagar y cancelar.
Dicho lo anterior, las empresas privadas que prestan servicios a los
ayuntamientos, solo por su razón de ser, deben incrementar los precios para
tener beneficios.
Por ello, proponemos la municipalización de los servicios
externalizados, orientándola en dos vertientes. Una, constituyendo una empresa
pública, por lo tanto sin fin de lucro y propiedad municipal. Dos, poniendo en
marcha, en el organigrama del ayuntamiento, nuevos trabajadores que presten el
servicio desde la estructura municipal, cumpliendo todos los parámetros
indicados anteriormente para el personal municipal.
De acuerdo al tamaño y estructura del ayuntamiento,
recomendamos se tome una u otra decisión. En ambas, hay que tratarlo con
transparencia, ajustando los costes a la realidad, tratando el servicio
municipalizado como un Plan de Actuación, con su planificación, poniendo en
marcha controles con indicadores, procesos y objetivos, asignando recursos
económicos y humanos al plan.
Mancomunando servicios
públicos, a través
de las mancomunidades, figura prevista en la legislación local, los servicios
públicos pueden y deben llevarse a cabo de una forma más económica, aunando esfuerzos
y recursos.
Esta opción, debe ser llevada de igual forma que hemos
propuesto para los ayuntamientos, ya que las mancomunidades tienen la misma
legislación a aplicar, por lo tanto, deben tener los mismos objetivos que los
ayuntamientos, en su forma de actuar y gestionar, que no vamos a repetir.
Unificar
administraciones. Más
pronto que tarde, se deberá acometer la responsabilidad de unificar ayuntamientos.
Parece que más de ocho mil municipios o ayuntamientos, son económica y
socialmente insostenibles, por ello, la comarcalización y unificación de la
administración local, a corto o medio plazo se deberá acometer, siendo
conscientes que no será fácil el camino, no exento de complicaciones,
especialmente por “los nacionalismos localistas” que esperemos no sean mayoritarios.
En resumen, con estas u otras recetas, hay actuar con cierta
urgencia, teniendo en cuenta siempre que debemos orientar todos nuestros
esfuerzos en mantener y mejorar los servicios públicos y de bienestar para los
ciudadanos.
Por lo tanto, hoy presentamos un nuevo modelo que pretende
cubrir los objetivos estratégicos dentro de los Planes de Actuación Municipal y
de los servicios concretos que prestan las corporaciones locales, todo ello,
bajo el prisma de la transparencia, de la equidad, de la eficiencia y de la
eficacia, colaborando todos los actores que participan en la vida municipal,
ciudadanos, gobierno local, oposición política, trabajadores públicos y
sociedad civil.
Hay que orientar toda la gestión pública hacia la creación
de valor, optimizar los recursos, ser eficientes y transparentes, gobiernos
locales responsables.
ASECOMINN, S.L
JHF
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